lunes, 14 de enero de 2013

FIESTA JAROCHA EN EL AUDITORIO NACIONAL


  • Se presenta la Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de Veracruz en la gala de los 60 años del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández

    México, D.F., 14 de enero de 2013.- Música, fiesta, baile, alegría, folclor fue lo que se vivió en el Auditorio Nacional con la presencia de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de Veracruz (OSJEV), que se presentó en la gran gala con motivo del 60 aniversario del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández.

    Bajo la dirección del maestro Antonio Tornero Ramírez, director General del Instituto Superior de Música del Estado de Veracruz (ISMEV), y con la proyección de un video que mostraba los bellos paisajes de la entidad se inició el espectáculo en donde la música de la orquesta, la jarana y el arpa se conjuntaron al compás de La Bamba, la cual fue motivo de ovación de las más de nueve mil personas que se dieron cita en el lugar.

    La peregrinación desde el norte para encontrar el lugar donde un pueblo debería fundar su ciudad, fue recreada en la coreografía La Gran Tenochtitlán. El águila parada en un nopal devorando una serpiente era el símbolo preciso que la población buscaba y lo encontraron sobre una laguna, donde ahora se asienta la ciudad de México, la única en el mundo fundada con la consigna de Ténoch.

    Las ceremonias y los rituales se expresaron en las danzas que, con sus plumas, se elevaron en una manifestación mística presentada por el Ballet Folklórico de México, acompañado musicalmente por la OSJEV, combinación con la que se disfrutó de bailables del estado de Guerrero, interpretados en la Tarima de Tixtla con danzas como El Toro, El Arranca Zacate y La Iguana.

    La Orquesta continuó con la música de La Adelita, que dio paso a la interpretación de La Revolución, con la que el ballet mostró su dedicación por las “soldaderas”, quienes eran mujeres que combatían y que tuvieron un papel determinante en esta etapa al seguir a sus hombres a la guerra.

    Además en un rápido contraste con las mujeres que comparten los problemas de la vida con sus hombres, se recreó una escena en la que los aristócratas se encontraban en una alegre fiesta de pueblo bailando polkas europeas, pero un grupo de rebeldes interrumpe la fiesta y los campesinos de Juana Gallo, la famosa capitana, danzan bailes populares como La Adelita, mientras los revolucionarios marchan hacia su destino.

    También, los asistentes disfrutaron de una charreada en donde se interpretaron la Danza de la reata, El jarabe de amor ranchero, El bien, El amor. Pero, sin duda alguna, uno de los grandes momentos de la noche fue la interpretación del famoso tema de Agustín Lara, Veracruz, con el cual se inició la fiesta jarocha, pues enseguida la OSJEV interpretó el danzón Nereidas, dando paso a la gran fiesta de Tlacotalpan.

    Entre fandangos, mojigangas y congas se escuchaba la danza de los pescadores, el Siquisirí, el conjunto de músicos jarochos con La Morena, el Pájaro Carpintero, Los Abanicos, El Coco, La Bamba, La Sarna, El Payaso, La Jarocha, El Ángel, El Moro, El Negrito, La India María, El Diablito y La Llorona, que pusieron a bailar al público.
    Después de un breve intermedio el Ballet Folklórico de México deleitó a los presentes con el baile de Los matachines y Dios nunca muere, así como un collage de coreografías al compás del Huapango de Moncayo. En este gran espectáculo no podía faltar La Danza del Venado y la música de Guadalajara, Jalisco, tierra de charros y mariachis, quienes se han constituido como un símbolo mexicano.

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